Alimentación saludable, 100% Natural para perros y gatos

Historia de una Vieja Amistad

La Historia de la amistad entre los humanos y los perros, que inició hace 30 mil años.

Raúl A. Beraún R., ChatGpt 4o

9/3/20243 min read

Hace 30,000 años, cuando un hombre arrojó un trozo de carne desde su fogata a un lobo que lo observaba desde la penumbra, Nació un vínculo tan profundo que dura hasta nuestros días.

Aquella simple ofrenda, hecha por un humano que intuía la curiosidad y el hambre en los ojos del animal, marcó el inicio de una relación que cambiaría para siempre el curso de la historia de ambas especies.

Con el tiempo, estos lobos dejaron de ser extraños y se convirtieron en compañeros. A medida que los humanos evolucionaron de cazadores-recolectores a agricultores, hace unos 10,000 años, los perros también comenzaron a adaptarse. Ya no eran solo cazadores voraces; ahora compartían los frutos del trabajo humano. Su dieta se amplió para incluir granos, legumbres y los restos de las comidas cocinadas en los primeros hogares humanos. La carne seguía siendo un componente esencial, pero los perros, al igual que sus dueños, aprendieron a vivir con lo que el entorno y las estaciones les ofrecían.

Durante la Edad Media, cuando las sociedades humanas se estructuraron en clases, la alimentación de los perros reflejaba estas divisiones. Los canes de la nobleza, criados para la caza, recibían carne y pan en abundancia, mientras que aquellos que vivían con campesinos o vagaban por las calles dependían de las sobras, alimentándose de pan duro, sopas aguadas y cualquier otra cosa que pudieran encontrar. En ese tiempo, los perros se mantenían al margen de las grandes banquetes, pero siempre estaban cerca, fieles y vigilantes.

La historia continuó su curso, y en los siglos XVIII y XIX, cuando las ciudades crecieron y el hombre comenzó a verse a sí mismo como amo de su entorno, los perros encontraron un nuevo papel: el de compañía. Ya no solo eran guardianes o cazadores; se convirtieron en compañeros cercanos en los hogares urbanos. Sin embargo, su alimentación seguía siendo una mezcla de sobras, pan duro y, ocasionalmente, carne. No había una preocupación específica por su nutrición, pero su rol en la vida humana se fortalecía cada vez más.

El verdadero cambio en la alimentación de los perros llegó con el siglo XX. La Revolución Industrial trajo consigo innovaciones en todos los aspectos de la vida, y la alimentación canina no fue una excepción. En 1860, un hombre llamado James Spratt creó la primera galleta comercial para perros, dando inicio a lo que sería una industria completamente nueva. Las croquetas, desarrolladas después de la Segunda Guerra Mundial, revolucionaron la manera en que los humanos alimentaban a sus perros. Estos alimentos eran prácticos, fáciles de almacenar y, por primera vez, formulados específicamente para cubrir las necesidades nutricionales de los perros. La relación entre humanos y perros se fortaleció aún más, con los humanos asumiendo la responsabilidad de la salud y bienestar de sus compañeros.

En las últimas décadas, la evolución ha continuado. Los avances en ciencia y medicina veterinaria han llevado a una nueva era en la alimentación canina. Hoy en día, los dueños de perros buscan dietas naturales, crudas y personalizadas, conscientes de la importancia de lo que sus animales consumen. Ya no se trata solo de alimentar a un perro; se trata de nutrir a un ser que es parte integral de la familia, respetando sus instintos ancestrales y su evolución como especie.

Así, lo que comenzó con un simple trozo de carne arrojado a un lobo hace miles de años, ha evolucionado hasta convertirse en una de las amistades más profundas y duraderas de la historia. La alimentación de los perros, reflejo de esta relación, ha cambiado tanto como la humanidad misma, pero siempre ha estado impregnada de un lazo invisible de lealtad y mutua dependencia que sigue fortaleciéndose con cada generación.

Una vieja amistad...